La noche del domingo asistimos una vez más atónitos a la entrega de premios de la cadena MTV. En las ediciones de los últimos tiempos siempre acabamos con las manos en la cabeza prometiendo y jurando no volver a tener que pasar por ese castigo, pero doce meses después y en parte casi obligados, por la nominación de los nuestros en la categoria “Best World Stage Live Performance” caimos en la tentación y una vez más tuvimos que pasar por el suplicio que supone ver la música, tal y como la plantea la MTV.
Dicen las encuestas que los principales consumidores de música son las mujeres, tanto en la compra de música en formato físico y digital o en la de entradas para ver música en vivo. En los últimos tiempos la MTV está siguiendo el patrón de consumo a raja tabla y da la sensación que por una parte nos presentan a cantantes femeninas con imagen explosiva y estudiadísima actitud que deben de servir como icono al público femenino y por otra parte, nos sacan a cantantes o grupos masculinos cuyos miembros son los mejores aspirantes a robar el corazón de las mismas chicas. Todo ello nos da una imagen de la MTV más cercana a una secta que a una cadena de televisión, con el único interés de adoctrinar a un público víctima de la dictadura de las redes sociales.No todo son críticas a la veterana cadena televisiva. Todo tiene una parte positiva y realmente hay algo que la MTV hace a las mil maravillas y es que trata de la misma bochornosa manera tanto a la música como a los Fans. Producir vergüenza ajena de forma sistemática es algo que está al alcance sólo de unos pocos y parece que todos ellos se han juntado bajo un mismo techo y se han trazado como meta el definir las pautas a seguir en la industria de la música.
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